Última actualización: 16 de Febrero de 2024
Autor: Gabriel Sola
¿Tienes una instalación fotovoltaica y te estás preguntando si necesitas un inversor solar, pero todavía no lo tienes claro? Te contamos qué son los inversores solares y para qué sirven, resolviendo todas tus dudas para que puedas tomar una decisión informada. ¡Sigue leyendo!
Un inversor solar o fotovoltaico es un dispositivo cuya función es recoger la corriente continua generada por las placas solares y convertirla en corriente alterna. De este modo, la energía fotovoltaica generada por las placas se vuelve accesible para el consumo, ya que el inversor solar permite que sea compatible con la red eléctrica disponible.
Explicado más en detalle, un inversor solar recoge la energía que las placas solares convierten en corriente continua, la cual fluye en un único sentido, y la transforma en corriente alterna mediante el proceso de inversión, por lo que ahora la corriente puede cambiar de dirección muchas veces por segundo, algo necesario para el correcto funcionamiento de la mayoría de dispositivos eléctricos que utilizamos en nuestro día a día. El paso de corriente continua a alterna se puede dar mediante el proceso de modulación de ancho de pulso o el proceso de modulación de ancho de pulso y frecuencia. Gracias a ello, los inversores solares más modernos pueden aprovechar más del 90% de la energía generada por las placas solares para el autoconsumo.
Pero contar con un inversor fotovoltaico también nos permite proteger la instalación ante posibles sobrecargas eléctricas, ya que tan solo tendremos que desconectarlo en caso de fallo eléctrico. Además de lo anterior, aquellos inversores solares que cuentan tanto con paneles de visualización como con acceso a apps móviles permiten monitorizar la instalación fotovoltaica para extraer información sobre su rendimiento y su estado.
Los inversores solares se dividen en dos grandes grupos: inversores solares conectados a la red e inversores solares en instalaciones aisladas y con baterías. La elección entre uno u otro dependerá del tipo de instalación con el que contemos, así como de la cantidad de energía que vayamos a producir.
Este tipo de inversores se utilizan para autoconsumo, pero también para vender la energía sobrante producida por la instalación fotovoltaica. En este tipo de inversores, la electricidad es recibida directamente de los paneles solares y se transforma en la misma onda que el inversor detecta en la red en la que van a ser anexionados. Sin detección de red no hay generación de electricidad.
Dentro de este grupo, nos encontramos con 3 tipos de dispositivos:
Este tipo de inversores se utilizan en aquellos casos donde es preciso almacenar la energía producida por los paneles solares en baterías y no existe red externa de electricidad. Lo que hacen estos inversores es generar una red eléctrica propia ajustada a la onda necesaria para que los electrodomésticos funcionen en lugar de sincronizarse con la red a la que se conectan.
Al igual que en el caso anterior, también podemos encontrar 3 modalidades distintas de este tipo de inversor.
A la hora de elegir un inversor solar, hay varios parámetros que nos ayudarán a elegir el que más se ajusta a nuestras necesidades. Dichos parámetros son los siguientes:
La principal cuestión cuando se trata de elegir un inversor solar adecuado es la potencia que tenemos instalada. El inversor que elijamos debe tener la resistencia necesaria para poder recibir la energía producida por las placas solares sin que el sistema falle.
Si tenemos planeado incrementar el número de placas fotovoltaicas de nuestra instalación, debemos considerar la posibilidad de elegir un inversor solar con una potencia superior a la que necesitamos en la actualidad. En el caso de las placas solares para el autoconsumo en viviendas, podemos hacernos una idea de si vamos a necesitar añadir más paneles pensando en si es probable que la demanda de energía vaya a aumentar.
El tipo de uso que le vayamos a dar a la energía generada va a determinar qué tipo de onda es el más adecuado. Si está pensada para el autoconsumo en el hogar, siendo su principal función el uso de electrodomésticos, entonces nos interesará una de onda senoidal pura. Sin embargo, si se va a utilizar para equipos industriales o bombas de agua, entonces es más apropiado que la onda sea modificada, y que permite ampliar el número de dispositivos conectados a la red.
Si deseamos tener a nuestra disposición un sistema de almacenamiento, entonces vamos a necesitar un inversor con cargador de baterías.
Los MPPT son los encargados de que la eficiencia de la instalación fotovoltaica se encuentre siempre con la máxima eficiencia. En caso de que los paneles solares no se encuentren todos en la misma posición en términos de orientación, ubicación e inclinación, entonces el inversor que adquieras deberá contar con un número mayor de MPPT.
Este aspecto está relacionado con la capacidad del inversor para transformar la corriente continua en corriente alterna Cuando mayor sea el porcentaje de eficiencia, más electricidad se estará aprovechando.
Dado que es posible que, en algún momento, te surjan dudas relacionadas con el inversor o tengas que enfrentarte a alguna incidencia, es importante que antes de realizar la compra te asegures de que el soporte técnico esté disponible en un idioma que domines. Y si hay un instalador de confianza cerca de ti, mejor.
Algunos inversores incluyen la opción de gestionar los inversores solares desde el ordenador o desde el móvil. Si tú también quieres contar con esta opción, entonces debes asegurarte de que el modelo que compres presente estas posibilidades.
Algunos inversores solares cuentan con una pantalla LCD que nos permite monitorizar el funcionamiento de la instalación fotovoltaica. Con todo, gracias a la inclusión de la monitorización a distancia en muchos inversores podemos acceder a la misma información. Lo que sí que es interesante es que, sea cual sea el método, podamos controlar el funcionamiento del dispositivo.
Los inversores solares están expuestos a las inclemencias del tiempo. Por lo tanto, es recomendable que el grado de protección y de resistencia del inversor solar sea lo más completo posible para que su funcionamiento no se vea alterado por temas como el agua y el polvo. Asimismo, también es deseable que el inversor que compremos tenga un sistema de seguridad que lo proteja y proteja al sistema en condiciones especiales como, por ejemplo, condiciones anormales en la frecuencia o la tensión.
La vida media mínima de un inversor suele rondar los 10 años, por lo que la garantía de muchos inversores es de entre 5 y 10 años, aunque, en algunos casos, podemos encontrar garantías de entre 20 y 25 años.
El presupuesto que tengamos para poder invertir en un inversor solar para autoconsumo es un condicionante importante a la hora de realizar la compra. Por eso, es importante calcular (teniendo en cuenta las necesidades de la instalación) cuál de los modelos disponibles se ajusta más a nuestro bolsillo.